Lo primero que hay que saber es que la exfoliación es una parte importante de la limpieza de la piel, ya que además de eliminar las células muertas que se quedan pegadas en la superficie, favorece la renovación celular y devuelve a la piel su suavidad y luminosidad, ayudando a eliminar las marcas de la piel y manteniéndola oxigenada.
Además, ayuda a que las cremas penetren más fácilmente y, por tanto, mejora su eficacia. Por estas razones, exfoliar al menos una vez por semana es adecuado y aconsejable para todo tipo de pieles, ya que así se elimina la suciedad y se previene la obstrucción de los poros.
La exfoliación es un proceso sencillo que se puede realizar de dos maneras diferentes; en casa, o bien en un centro de belleza para obtener mejores resultados.
A la hora de apostar por un nuevo tratamiento de belleza, lo ideal es consultar con un experto que nos aconseje sobre cuáles son las necesidades de nuestra piel y cómo debemos actuar en consecuencia.
Si buscamos una exfoliación profunda y completa lo mejor es acudir a un centro dermatológico o de belleza, en el que adaptarán el tratamiento a nuestro tipo de piel y veremos los resultados deseados.
En los centros puedes hacerte un peeling químico u otras técnicas como la microdermoabrasión, que pueden llegar a eliminar imperfecciones, marcas en la piel y estimular la producción de colágeno. Al ser tratamientos tan completos deberías hacerlos cada 6 meses o dependiendo de tu tipo de piel. Lo mejor es consultarlo en el sitio al que vayas, que te aconsejarán lo mejor posible.
Ahora que estamos en otoño y no vamos a exponer nuestra piel al sol, es el mejor momento para realizarnos este tipo de tratamientos en un centro.
Si preferimos hacerlo en casa, existen muchos productos para poder exfoliar nuestro rostro. Existen productos que actúan a lo largo de la noche eliminando las células muertas de la capa superior de la piel, jabones con micropartículas y peelings químicos de menor impacto que en los centros de belleza. El mejor momento para aplicar estos productos es por la noche, ya que no nos dará el sol justo inmediatamente después de la exfoliación y evitaremos así las manchas en nuestro rostro.
Es super importante aplicar protector solar al día siguiente de la exfoliación. A ver, es super importante a diario, así que no deberías olvidar tu crema con SPF 50+ cada mañana.
No somos expertas, pero nos hemos informado y los dermatólogos recomiendan la exfoliación química antes que la exfoliación física. Los más comunes son el ácido glicólico y el ácido salicílico. Lo mejor es empezar con exfoliantes suaves, que tengan una concentración pequeña.
Otra buena opción es usar un gel exfoliante suave para tu tipo de piel que podrás usar a diario o en días alternos. No dañan a la piel y la tendrás suave y libre de impurezas.
Vamos a explicarte dos errores típicos para que no caigas en ellos:
- Presionar mucho al extender el exfoliante es un error muy común. No presiones demasiado porque solo conseguirás dañar tu piel. Basta con que lo extiendas suavemente, con movimientos circulares. Recuerda que tienes que aplicarlo de manera uniforme.
- Cuidado si tienes una piel muy sensible. En este caso debes prestar especial atención a la selección de tu exfoliante, utilizando un producto suave que no dañe tu piel. Recuerda siempre extender el exfoliante sobre la cara húmeda y después utilizar una buena crema hidratante para calmar la piel tras la exfoliación.
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